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lunes, 22 de julio de 2013

Las matemáticas enseñan a atacar el cáncer de manera más eficiente

Las matemáticas enseñan a atacar el cáncer de manera más eficiente

Una combinación de fármacos podría evitar que los tumores se hagan resistentes, según nuevos modelos computacionales


En teoría, las matemáticas no tienen mucho que ver con el cáncer, pero modelos matemáticos han revelado que, para que los tratamientos contra esta enfermedad resulten eficientes, deben constar de más de un fármaco. Una combinación de medicamentos –adaptada a la genética de cada enfermo- podría evitar que los tumores desarrollaran resistencia. Terapias dirigidas que tengan en cuenta este factor podrían ser mucho más eficientes en el control de la enfermedad, aseguran los autores del estudio. Por Yaiza Martínez.



Martin Nowak (izquierda) e Ivana Bozic. Imagen: Stephanie Mitchell/Harvard Staff Photographer. Fuente: Universidad de Harvard (Harvardgazette).
Martin Nowak (izquierda) e Ivana Bozic. Imagen: Stephanie Mitchell/Harvard Staff Photographer. Fuente: Universidad de Harvard (Harvardgazette).
Una nueva investigación llevada a cabo por científicos de laUniversidad de Harvard (EEUU) con modelos matemáticos ha revelado un plan de ataque alternativo –y potencialmente más eficiente- contra el cáncer. 

El plan ha aparecido descrito en un artículo publicado en la revistaeLife. Los autores de la investigación han sido Martin Nowak, profesor de matemáticas y biología y director del Program for Evolutionary Dynamics de dicha universidad, y la matemático Ivana Bozic

Según publica la Harvardgazette, en su trabajo, los científicos demostraron matemáticamente que la combinación de dos fármacos aplicados en una "terapia dirigida” (un enfoque de tratamiento diseñado para interrumpir la capacidad del cáncer para crecer y expandirse) podrían curar eficazmente casi todos los tipos de cáncer. 

Aunque la investigación en sí no arroja una cura material para el cáncer, Nowak afirma que sí proporciona esperanza tanto para investigadores como para pacientes. 

La causa: las matemáticas indican cómo actuar, del mismo modo que “nos permiten calcular la forma de enviar un cohete a la luna”, a pesar de que no indiquen cómo construir el cohete que ha de trasladarte o las medicinas que se deben usar, explica el investigador. 

Combinación de fármacos contra la resistencia 

Lo importante de este estudio es que ha constatado que si el paciente presenta “un único punto de mutación en su genoma que puede dar lugar a resistencia a los dos fármacos empleados al mismo tiempo, no hay posibilidad de cura”. 

Por esa razón, indica que, para tratar la enfermedad, “habría que tener combinaciones –de medicamentos- tales que no se produzca superposición alguna entre ambos fármacos ". 

Otra cuestión importante, según Nowak, es que las matemáticas muestran que para que la combinación de los medicamentos funcione, éstos deben suministrarse simultáneamente, una idea que va en contra de la forma en que muchos especialistas tratan el cáncer hoy día. 

El matemático asegura que el modelo matemático creado “demuestra que si no se dan los medicamentos al mismo tiempo, el fracaso del tratamiento puede estar garantizado." 

Eludir las mutaciones 

Para determinar si una combinación de dos medicamentos funcionaría, Nowak y Bozic recurrieron a un amplio conjunto de datos proporcionado por médicos del Memorial Sloan-Kettering Cancer Center de Nueva York, que mostraban cómo respondían los pacientes a terapias de un solo fármaco. 

Con ellos, crearon modelos informáticos sobre el funcionamiento de tratamientos multi-fármacos. Además, usando los modelos, trataron a una serie de “pacientes virtuales” para determinar cómo la enfermedad reaccionaría a una multiterapia química. 

Nowak explica que “sabíamos que, para un solo fármaco, hay entre 10 y 100 puntos del genoma que, si mutan, pueden generar resistencia. Así que el primer parámetro que utilizamos cuando hicimos nuestros cálculos fue que el primer medicamento pudiera ser neutralizado por posibles mutaciones. Y que el segundo fármaco también pudiera serlo, por entre 10 y 100 mutaciones”. 

“Si cualquiera de estas mutaciones fueran las mismas para ambos fármacos, entonces sería un desastre: una sola mutación podría eliminar la eficacia de los dos medicamentos. Esto supone que hay que desarrollar fármacos que obliguen al cáncer a dar dos pasos independientes (de resistencia). Si lo conseguimos, tendríamos una buena oportunidad de contener la enfermedad”, continúa el investigador.

Medicamentos adaptados a la genética individual 

El truco ahora radica en desarrollar esos medicamentos no vulnerables a la misma mutación. 

Ello requeriría que cada tratamiento se adapte al paciente, esto es, tenga en cuenta la composición genética del cáncer de cada enfermo. 

Según los investigadores, ya hay compañías farmacéuticas que han explorado estrategias contra el cáncer, incluyendo el uso de diferentes medicamentos para atacar las diversas vías de desarrollo de la enfermedad. 

Si se contara con un total, por ejemplo, de 100 medicamentos distintos, las combinaciones posibles entre ellos serían 10.000, ajustadas a cada paciente. Si esto se hace, es posible que, dentro de unos 50 años “se eviten muchas muertes por cáncer", asegura Nowak. 

Mejorar la terapia dirigida 

Ya en un estudio anterior, Nowak y sus colaboradores demostraron la importancia de la utilización de diferentes medicamentos en el tratamiento del cáncer con “terapia dirigida”, un tipo de tratamiento que bloquea el crecimiento y la diseminación del cáncer, al interferir con moléculas específicas implicadas en el crecimiento y avance de los tumores. 

Sin embargo, aunque temporalmente eficaz, la terapia dirigida con un solo fármaco tiende al fracaso, porque el cáncer acaba por desarrollar resistencia al tratamiento, afirman los investigadores. 

En concreto, en 2012, Martin Nowak y sus colaboradores publicaron un artículo en Nature, en el que se detallaba cómo emerge la resistencia a las terapias dirigidas en los cánceres colorrectales, y en el que se describía un enfoque alternativo, de múltiples fármacos, para el tratamiento de esta enfermedad. 

En un artículo publicado entonces en la Harvardgazette al respecto, Nowak señaló que, a pesar de su utilidad, las terapias dirigidas aún distan mucho de ser perfectas, en especial porque su eficacia “sólo dura unos meses, antes de que el cáncer desarrolle resistencia a los medicamentos”. 

En este otro trabajo, los científicos analizaron la capacidad un gen denominado oncogén K-ras para desarrollar resistencia al tratamiento contra el cáncer de colon. Sus modelos matemáticos sirvieron para describir el crecimiento exponencial del cáncer y determinar si la mutación que dio lugar a resistencia a los medicamentos era pre-existente o si se produjo después del inicio del tratamiento. 

"Al observar los resultados matemáticamente, fuimos capaces de determinar de manera concluyente que la resistencia ya estaba allí, por lo que la terapia estaba condenada desde el principio", aseguraron los investigadores. Por tanto, las matemáticas podrían prever el éxito o el fracaso de una terapia, así como ayudar a definir la estrategia a seguir para favorecer su éxito. 

En 1995, Nowak participó en otro estudio, también publicado en Nature, en el que se analizó la rápida evolución de la resistencia a los medicamentos contra el virus del SIDA. El resultado de ese trabajo, según el investigador, fue el desarrollo de un cocktail de medicamentos que muchos pacientes con VIH utilizan para controlar su enfermedad. 

Por todo, el matemático se muestra optimista: "Hace cien años, muchas personas morían a causa de las infecciones bacterianas, que ahora se pueden curar. Hoy en día, muchas personas mueren de cáncer, y no se les puede ayudar, pero creo que una vez que tengamos estas terapias dirigidas, podremos ayudar a muchas personas - tal vez no a todo el mundo - pero sí a muchas personas”.
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Lo que realmente se necesita es estudiar las fases iniciales del cancer incluso considerando las fases preinvasivas, definir el conjunto de alteraciones moleculares basicas en esta fase, y ponerse a desarrollar estrategias preventivas y de tratamiento de estas fases iniciales cuando el cancer es aun curable. Y esto practicamente nadie lo hace, aunque la reciente tendencia a desarrollar el concepto de Medicina de Precision con esta finalidad puede aportar cierto grado de esperanza en un futuro mejor, que, sin duda, tambien incluira estos necesarios modelos matematicos. Pero la casa no se puede empezar a construir por el tejado, como se esta haciendo ahora.
Xavier F.


Referencias bibliográficas: 

Sebastian Bonhoeffer, Edward C. Holmes y Martin A. Nowak. Causes of HIV diversityNature (1995). DOI: 10.1038/376125a0. 

Luis A. Diaz Jr, Richard T. Williams, Jian Wu, Isaac Kinde, J. Randolph Hecht, Jordan Berlin, Benjamin Allen, Ivana Bozic, Johannes G. Reiter, Martin A. Nowak, Kenneth W. Kinzler, Kelly S. Oliner y Bert Vogelstein. The molecular evolution of acquired resistance to targeted EGFR blockade in colorectal cancersNature (2012). DOI: 10.1038/nature11219. 

Ivana Bozic, Johannes G Reiter, Benjamin Allen, Tibor Antal, Krishnendu Chatterjee, Preya Shah, Yo Sup Moon, Amin Yaqubie, Nicole Kelly, Dung T Le, Evan J Lipson, Paul B Chapman, Luis A Diaz, Bert Vogelstein, Martin A Nowak. Evolutionary dynamics of cancer in response to targeted combination therapyeLife (2013). DOI:10.7554/eLife.00747.001.

¿Cómo deciden las abejas dónde instalar su casa?

¿Cómo deciden las abejas dónde instalar su casa?

La elección del emplazamiento de un abejorro no es una elección aleatoria de las abejas. Más bien parece una elección sumamente reflexiva donde se tienen en cuenta muchas variables. Además, la elección se toma colectivamente, como editores de Wikipedia.
Pero ¿cómo consiguen miles de abejas ponerse de acuerdo sobre una decisión tan importante? ¿Democracia? ¿Dictadura? No, más bien todo se trata como un mercado de valores.
Cuantas más abejas decidan unirse a determinadas danzas, más atención generará en el resto de abejas. El detalle del proceso fue analizado por dos investigadores, Thomas Seeley (Universidad de Cornell) y Kirk Visscher (Universidad de California en Riverside), que se trasladaron a la isla de Appledore, cerca de la costa sur de Maine, junto a media docena de colonias de abejas.
Tras preparar un enjambre para que fuese en busca de un nuevo nido, situaron cinco cajas de contrachapado de las que se emplean para la cría de abejas a la misma distancia: cuatro de ellas eran malas elecciones para un nuevo nido, mientras que la quinta era un lugar ideal, tal y como explicaPeter Miller en su libro La manada inteligente:
La ventaja de la quinta caja respecto a las demás era que ofrecía a las abejas una cantidad ideal de espacio habitable: casi treinta y ocho litros de capacidad frente a los poco más de catorce de las demás cajas, un volumen insuficiente para almacenar la miel, criar a la prole y cubrir el resto de las necesidades de una colonia en expansión.
Para descubrir cómo decidían el lugar idóneo, los investigadores no solo registraron en vídeo el movimiento de todas las abejas, sino que todas ellas, las 4.000 que componían cada enjambre,fueron identificadas con pequeños discos numerados dispuestos en el tórax, así como gotas de pintura en el abdomen.
La clave resultó ser la manera brillante en que las abejas sacaban partido de su “diversidad de conocimiento”, el segundo principio más importante de una manada inteligente. (…) Si mandaban a cientos de exploradoras al mismo tiempo, cada enjambre recogía una información considerable acerca de los alrededores y las cajas para los panales y además lo hacía de forma distribuida y descentralizada. Ninguna de las abejas intentó visitar las cinco cajas para determinar cuál era mejor, ni mostraron sus hallazgos ante un comité ejecutivo para que éste tomara la decisión final como harían los trabajadores de una empresa. En lugar de eso, cada exploradora, centenares de ellas, proporcionaba una información única acerca de las diversas ubicaciones a todo el grupo.
Si una exploradora quedaba impresionada por la danza de otra congénere, podía darse el caso de que volara hasta el lugar en cuestión para comprobar sus virtudes y llevar a cabo su propia inspección, algo que podía tardar hasta una hora. Lo que nunca haría sería seguir ciegamente la opinión de otra exploradora y danzar a favor de una ubicación sin haberla visto antes.
Cuantas más visitas, más “votos” para la ubicación. A medida que más abejas optaban por la mejor caja, disminuía progresivamente el número de exploradoras que abogaban por el resto. Cuando se alcanzaba cierto consenso democrático, las exploradoras emitían una señal especial llamada “el trinar de las obreras”. Este consenso se conseguía cuando había determinado número de abejas en la entrada del nuevo hogar: el umbral para el consenso era de 15.
No es un número baladí: para reunir a tantas abejas en la entrada era necesario que 150 exploradoras cubrieran el trayecto de ida y vuelta entre la caja y el enjambre principal.
Esta clase de elección por conocimiento colectivo también se observa en las hormigas, y sirve para resolver con facilidad el célebre problema del viajante. Bien, en realidad no son hormigas reales, sino virtuales. Podéis leer la historia aquí: Podrías dedicar toda tu vida a escoger el mejor itinerario para estas vacaciones, así que pregúntale a una hormiga.

lunes, 15 de julio de 2013

Educando el pensamiento creativo -F.Mora

Se cuenta que el rey Hieron de Siracusa encargó a un orfebre una corona de oro al que entregó la cantidad de oro exacta para hacerla. Tras recibir la corona, el rey tuvo la sospecha de que el orfebre podría haberle engañado sustituyendo cierta cantidad de oro por plata. Fue entonces que el rey pidió a Arquímedes que le sacara de dudas y le dijera si sus sospechas eran ciertas pero teniendo en cuenta que durante su investigación no debía ni raspar ni manipular la corona pues era objeto sagrado. Durante algún tiempo Arquímedes estuvo lidiando con el problema sin, al parecer, encontrar una respuesta y no lográndolo terminó dedicándose a otras investigaciones dejando aparcado aquel requerimiento del rey. Pero un día, mientras se sumergía en un receptáculo para tomar un baño, observó que su cuerpo iba derramando una cantidad de agua que parecía proporcional al volumen de su cuerpo. Y esta, aparentemente simple observación, le llevó a la solución del problema. Arquímedes utilizó, sin él saberlo, el pensamiento creativo, como lo hicieron y lo siguen haciendo tantos y tantos otros pensadores geniales (F. Mora Cómo funciona el cerebro. Alianza Editorial. Madrid 2011).
Hasta ahora y en nuestras sociedades adelantadas se ha venido construyendo un mundo creado principalmente por el pensamiento así llamado crítico o analítico. Un pensamiento, este último, que permite, frente a una observación o un problema, elaborar una hipótesis, y basado en ella, realizar experimentos o razonamientos que conducen en línea recta, directa, desde el principio hasta el final, a la resolución de dicho problema. Es el pensamiento que de modo consciente y paso a paso (como el utilizado en el desarrollo de una ecuación matemática), permite subir peldaños seguros hasta la solución definitiva. Es el pensamiento que se enseña en los colegios y las universidades como instrumento para crear conocimiento.
Pero es ahora cuando se acercan tiempos de cambio y se comienza a contemplar una nueva educación con la que, junto al pensamiento crítico, se enseñe el pensamiento creativo, aquel que utilizó Arquímedes y que acabamos de mencionar. Precisamente es con este último que se espera un nuevo empujón en el avance del conocimiento. El pensamiento creativo es aquel que se pone en marcha cuando tras comenzar a trabajar con un problema persiguiéndolo analíticamente se llega a la convicción de no poder continuar al no encontrar vía posible con la que alcanzar una solución definitiva, y es entonces que el proceso continúa por rutas cerebrales inconscientes. Se dice que, en estos casos, el individuo, en una situación de incertidumbre, termina aparcando el problema no resuelto casi por completo y comienza otros proyectos. Pero lo cierto es que el problema, si es de importancia sobresaliente, sigue en la cabeza y preso de una atención inconsciente. Y es en ese trabajo inconsciente del cerebro que de pronto, ante un fuerte estímulo externo o espontáneamente sin más, ocurre una especie de sacudida luminosa que le lleva a intuir la solución que tiempo atrás fue imposible encontrar.
El pensamiento creativo, frente al analítico, es muy difícil de enseñar. Y de hecho no se enseña todavía en las Universidades. Sí, desde luego, existen cursos que orientan y explican en qué consiste, pero lo cierto es que se ignora en la mayoría de las instituciones dedicadas a la enseñanza. Prestigiosas revistas científicas, sin embargo, están dedicando espacio y publicando trabajos y editoriales que van creando ese clima necesario que facilite al mundo académico ver la importancia de este otro tipo de pensamiento para el avance rompedor en el conocimiento nuevo. En estos cursos, a los estudiantes, tras introducirlos en la idea de que este pensamiento creativo les permitirá ir mas lejos que con el pensamiento crítico (y que ellos conocen y han aprendido bien), se les pide que ante un problema determinado piensen que las soluciones pueden ser muchas y que en el caso de encontrar una, esta no es la única, la definitiva o la mejor. Se les enseña que vean el problema enfocándolo de modo que permita generar el mayor número de ideas posibles. Después se les pide que se tomen todo el tiempo que necesiten para eventualmente encontrar soluciones y aun que abandonen el pensar en el problema durante algún tiempo y que durante ese tiempo hagan y piensen otras cosas dejando vagar la mente. Y esto les lleva, algunas veces, a encontrar una solución verdaderamente nueva, y aun no predecible y no previamente perseguida a través del pensamiento analítico. Hoy ya sabemos por estudios de imagen en Neurociencia que este pensamiento creativo, y las nuevas ideas que alumbra, requiere de un sustrato neuronal diferente al del pensamiento crítico y analítico y que recluta redes neuronales distribuidas en parte por las cortezas temporales de ambos hemisferios cerebrales aun cuando particularmente por el hemisferio derecho.
Hay una necesidad clara, en las Universidades más avanzadas, por crear un nuevo foco que ilumine, potencie y ponga bajo estudio la formación del pensamiento creativo, es decir, una educación y una enseñanza reorientada hacia el pensamiento que pueda alcanzar un conocimiento critico por lo verdaderamente desconocido, el logro de lo auténticamente nuevo. Y esto, también se piensa hoy, debe comenzar en las escuelas que es donde se cuece todo. Porque es seguro que solo si nace allí, en el cerebro de los niños, en esas tormentas llenas de emoción que les lleva a dar respuestas mil ante las preguntas del maestro, pueda alcanzar con pie firme a las Universidades.

sábado, 6 de julio de 2013

Nueve maneras de alcanzar la felicidad según los científicos

Nueve maneras de alcanzar la felicidad según los científicos

Ser feliz; un anhelo universal cuyos mecanismos han tratado de entender filósofos, psicólogos, sociólogos, neurólogos, economistas… Aunque la búsqueda de la felicidad es tan vieja como la humanidad misma, su estudio científico (no religioso, ni filosófico) no lo es tanto, y las investigaciones sobre el asunto, encabezadas por el increíble avance de la neurociencia, se han multiplicado en las últimas décadas. La práctica totalidad de las ciencias han estudiado qué nos hace felices y qué no y las respuestas son tan variadas como investigaciones se han hecho sobre el tema. Estas son nueve de las conclusiones más solidas a las que han llegado los científicos. 
1. Ten muchos amigos
El contacto con nuestros amigos influye de forma determinante en nuestro bienestar psicológico, algo que todas las personas que han perdido a un amigo han comprobado en un momento u otro, y podría, incluso, aumentar nuestra longevidad. Pero, ¿cuántos amigos debemos tener para ser felices?
Es la cuestión que trató de responder el psicólogo de la Universidad de Nottingham Richard Tunney, que entrevistó a más de 17.000 personas para comprobar cómo la felicidad está directamente relacionada con la felicidad. En su opinión, las personas que están muy satisfechas con sus vidas tienen dos veces el número de amigos que las personas que están muy insatisfechas. Aunque es difícil valorar estas cuestiones en términos cuantitativos, Tunney asegura que las personas que tienen menos de cinco amigos sólo tienen un 40% de posibilidades de ser felices. Sólo a partir de los 10 amigos la gente tiene más tendencia a la felicidad que hacia la infelicidad.

Un estudio del sociólogo Ruut Veenhoven llegó a la conclusión de que los países en los que la gente es más feliz son aquellos que tienen un mayor tejido asociativo. Dinamarca, el país donde hay más gente feliz, según el investigador, es además el que tiene un mayor porcentaje de personas que participan en actividades colectivas, un 92%. Este tipo de actividad social hace que disminuya el número de personas que se encuentran solas y que aumente el número de amistades de la población.
2.  Apunta cada día las cosas buenas que te han ocurrido
Tal como han atestiguado numerosos estudios al respecto, la gratitud es el aspecto de nuestro carácter más fuertemente asociado a la satisfacción vital y todas las cosas buenas que se derivan de ella, incluida la felicidad.
Según el profesor Martin Seligman, de la Universidad de Pensilvania, la manera más sencilla de experimentar la gratitud es apuntar todos los días tres cosas buenas que te hayan pasado a lo largo de la jornada. El investigador comprobó en un experimento que las personas que establecían esta rutina eran más felices que los que no lo hacían. Una práctica que recomiendan otros estudios.
Seligman ha compilado todos sus estudios en torno a la filosofía positiva en un libro muy recomendable si se quiere ahondar en el asunto;: Flourish: A Visionary New Understanding of Happiness and Well-being (Atria Books, 2007)
3. Evita la rutina: compra experiencias
La gente que vive más aventuras, no tiene miedo a probar nuevas experiencias y huye de la rutina es, por lo general, más feliz que la gente que hace todos los días lo mismo. Según Ryan Howell, profesor de psicología de la Universidad Estatal de San Francisco, las personas que gastan un mayor porcentaje de sus ingresos en comprar experiencias (viajes, cenas, ocio…), y un menor porcentaje en adquirir objetos materiales, son sensiblemente más felices.
4. Anticipa tu felicidad
Tal como explicó el coach experto en motivación Carlos Andreu en una reciente entrevista en El Confidencial, “siempre pensamos que seremos más felices cuando tengamos un trabajo mejor, o un nuevo coche, pero la ilusión no está en el cuándosino en el mientras”. Según han atestiguado diversos estudios, la felicidad aumenta en nuestras vidas si tenemos en mente vivir experiencias que sabemos van a proporcionárnosla, aunque no las estemos disfrutando en ese momento. La gente es más feliz en su trabajo cuando sabe que queda poco para las vacaciones, y el viernes somos más felices que el lunes si nos espera un fin de semana prometedor. Pensar en algo que nos va a hacer felices nos hace más felices.

En su libro Stumbling on Happiness (Vintage, 2007), Daniel Gilbert, profesor de psicología de la Universidad de Harvard, ahonda en el concepto de la previsión del placer que, asegura, puede permitirnos exprimir el doble las situaciones que nos hacen felices. En un experimento, un grupo de personas fueron invitadas a cenar gratis en un buen restaurante francés. Se les dio a elegir el momento en que iban a cenar. Las personas que retrasaron más tiempo la cena fueron las que reportaron una mayor felicidad pues no sólo disfrutaron de la velada, además disfrutaron pensando lo bien que lo iban a pasar con un buen champán y una cuantiosa ración de ostras.
5. Busca el amor
El amor tiene una gran incidencia en nuestra felicidad, algo que han comprobado cientos de estudios. Estadísticamente, la gente que mantiene una relación es, de media, más feliz que aquellas personas que no tienen pareja. Que el amor es fundamental para nuestra felicidad fue una de las principales conclusiones a las que llegó el Grant Study, un ambicioso proyecto que se desarrolló a lo largo de siete décadas y que ha constituido una de las referencias más importantes en lo que a las investigaciones sobre felicidad personal se refiere.
George Valliant, que comenzó a tomar las riendas del estudio en el año 1966, acaba de publicar un libro sobre las conclusiones de este y es claro al respecto: “Los setenta y cinco años y veinte millones de dólares gastados en el Grant Project apuntan a una única conclusión que se puede reducir a cinco palabras: la felicidad es el amor. Punto”.
6. Sonríe
En 1989 el psicólogo estadounidense de origen polaco Roberto Zajonc dirigió uno de los primeros estudios sobre el modo en que las expresiones faciales pueden incidir en nuestra psique. El investigador sometió a un grupo de voluntarios a una prueba en la que debían emitir diversos sonidos fonéticos: cuando las personas pronunciaban una i (la “e” inglesa), cuya expresión facial es similar a la de la sonrisa, se sentían mejor que cuando pronuciaban la “u”. Tras comprobar el efecto de la sonrisa en otras situaciones, como delante de un espejo o a través de fotografías, Zajonc llegó a la conclusión de que las expresiones faciales tienen una relación de causa efecto con ciertas actividades cerebrales relacionadas con la felicidad.
En definitiva, si sonreímos, aunque nuestro estado de humor no esté predispuesto a ello, seremos algo más felices. Las ideas de Zajonc han sido discutidas, pero pese a que hayan pasado más de veinte años, su hipótesis sigue siendo defendida por muchos investigadores.
7. Busca entornos azulados
Según un estudio de la Universidad de Sussex, el azul es el color que más tranquilidad transmite y el que nos hace más felices, tanto a hombres como a mujeres. Los investigadores llegaron a esta conclusión tras medir la actividad cerebral, la presión sanguínea y los niveles de sudoración en un grupo de voluntarios a los que se sometió a entornos de diferentes colores y grado de iluminación. El morado tuvo efectos similares al azul en mujeres, pero no en hombres.
Los investigadores creen que los efectos positivos del azul tienen un carácter evolutivo, pues nuestros antepasados vinculaban el color del cielo por la tarde con la sensación de un día bien gastado (en el que no habían muerto) y la perspectiva de una buena noche de sueño.

Según Smith, el simple hecho de rodearnos de más colores en nuestra vida, no sólo el azul, puede hacernos más felices. Algo que es especialmente útil en invierno, cuando la oscuridad elimina tonalidades de nuestra vida. Desde que hizo el estudio empezó a llevar calcetines de colores.  
8. Persigue objetivos vitales
El neurocientífico de la Universidad de Wisconsin, Richard Davidson, ha constatado a través de diversos estudios que trabajar duro para lograr un objetivo, y hacer progresos en su consecución, activa emociones positivas y, lo que es más importante, suprime las negativas, como el miedo o la depresión. En su opinión, todos podemos cambiar a mejor, pues nuestro cerebro está preparado para ello gracias a la plasticidad neuronal, campo en el que Davidson es uno de los mayores especialistas del mundo.
9. Sé generoso
Según la psicóloga de la Universidad de Stanford Emma Seppala, directora del Centro de Investigación sobre la Compasión y el Altruismo, la felicidad no reside tanto en el tener o en mejorar el estatus social y laboral, sino en el dar. Es decir, ser compasivos y generosos con los demás incrementa los niveles de bienestar en todos los ámbitos de la vida.
El altruismo activa las regiones cerebrales que provocan placer, evista el estrés, la ansiedad y la depresión, hace que mejoren nuestras relaciones personales e, incluso, aumenta nuestra esperanza de vida.

Stephen Emmott, ¿el hombre que puede salvar el mundo?

Creo que estamos jodidos”. Esta era la frase con la que el profesor Stephen Emmott concluyó su aparición en el Royal Court Theatre en un acto que tenía parte de obra de teatro, parte de clase magistral, con pizarra y proyecciones incluidas. Emmott, profesor de computación en la Universidad de Oxford y miembro de un importante centro de investigación fundado por Microsoft en la universidad rival, Cambridge, vendió todas las entradas para una producción teatral realizada junto aKatie Mitchell llamada 10 billion. Ahora, la obra se traslada al papel, en forma de libro, con el objetivo de alertar de los grandes peligros a los que tendrá que enfrentarse la humanidad cuando alcance una población mundial de 10 mil millones. Y ahora nos encontramos en los siete mil.
¿Qué ocurrirá cuando alcancemos tal cifra, que será más pronto que tarde, dado el aumento exponencial que ha conocido la población del planeta durante los últimos dos siglos? Que la producción de gases invernadero será mucho mayor, lo que pondrá en peligro el medioambiente por el calentamiento global que apenas tiene vuelta atrás. La atmósfera y el mar se contaminarán, las temperaturas aumentarán hasta niveles nunca antes vistos y los polos se derretirán.
Los científicos no se toman en serio el problema de la superpoblaciónTodo ello ocurrirá de manera paralela al crecimiento de la población mundial, indica Emmett. Hace un año, los expertos señalaron que la población mundial alcanzaría pronto los nueve millones, ya que la mejora de la situación económica y social de muchos países del tercer mundo ha contribuido a su crecimiento demográfico. Un reciente informe de las Naciones Unidas puso de manifiesto este mismo mes que la población mundial alcanzará la cifra crítica para el año 2050, aunque el profesor cree que el momento en el que llegaremos a dicho nivel será a finales de este siglo. Hace tan sólo un cuarto de centuria, la población mundial era de menos de cinco millones: el crecimiento es inexorable.
Vamos mal, e iremos peor si no hacemos nada
Debemos parar el crecimiento de la población mundial antes de que sea demasiado tarde, señala Emmott, cuyo discurso no tiene nada de optimista, ya que cree que va a ser muy complicado que podamos revertir el proceso. En realidad, el profesor no es un experto en clima (algo que le ha granjeado un gran número de críticas de parte de sus detractores), sino un ingeniero informático que tiene como objetivo anticipar el futuro del planeta antes de que sea demasiado tarde. Y ello lo conseguiría a través deuna nueva ciencia ecléctica que “generase modelos para sistemas complejos, ya sean estos el sistema inmunitario o el ciclo global del carbón”, como declaraba en una entrevista reciente.
Emmott considera que aunque la sobrepoblación es uno de los grandes problemas a los que tiene que enfrentarse el planeta hoy en día, la mayor parte de científicos no lo toman en serio. La solución no pasa por parches temporales o fórmulas milagrosas, sino que lo necesario es un cambio radical de actitud, puesto que el calentamiento no es el único problema al que tendrá que enfrentarse la población si sigue creciendo desmedidamente: los diferentes ecosistemas se deteriorarán, muchas razas animales desaparecerán (a través de prácticas como la pesca intensiva) y aparecerá otra serie de problemas cuyas consecuencias son imprevisibles. ¿Qué hacer entonces? “Consumir menos, mucho menos”. También, ahorrar más, y esperar a que los gobiernos tomen cartas en este asunto.
Cualquiera que piense que el nuevo estado de las cosas no dará lugar a conflictos civiles se engaña“La Tierra es el hogar de millones de especies, pero tan sólo una lo domina”, señala Emmott en el libro, una breve obra que se publicará el próximo 11 de julio y que reproduce el tono feroz y apocalíptico de su presentación sobre los escenarios. “Nuestra inteligencia, nuestra brillantez y nuestras actividades han modificado prácticamente todos los rincones de nuestro planeta. De hecho, nuestra inteligencia, nuestra brillantez y nuestras actividades son las que nos han conducido a todos los problemas que tenemos que afrontar hoy. Y cada uno de ellos se acelera a medida que nos acercamos a la barrera de los 10 mil millones”. El autor cita, por ejemplo, que la necesidad de dar alimento a unos cuantos miles de millones de personas más acabará rápidamente con los bosques tropicales.
Otra consecuencia de esa situación será el aumento de los llamados “inmigrantes del clima”, es decir, todos aquellos habitantes de países arrasados ecológicamente que se verán obligados a abandonar sus países de origen, y que acudirán en masa a los países más desarrollados. “Cualquiera que piense que el nuevo estado de las cosas que está emergiendo no tiene potencial para dar lugar a conflictos civiles e internacionales se están engañando a sí mismos”, indica el profesor, al mismo tiempo que señala que por esta razón cada vez ve más militares en sus conferencias.
¿Hay esperanza posible?
Sin embargo, en su defensa de la vigilancia del crecimiento de la población mundial, Emmott no se alinea con uno de los grandes teóricos del tema, Thomas Malthus, aunque comparta sus tesis. El pensador inglés del siglo XIX apuntaba el peligro que entrañaba el crecimiento desmedido de la población, dadas unas condiciones de bienestar material previas que favorecían el aumentoo piramidal de la población. Por aquel entonces, era la amenaza del fin de los medios de subsistencia lo que ponía en riesgo a la población mundial; hoy, es el calentamiento del planeta, que Emmott considera que está refrendado por multitud de datos.
¿Qué propone Emmott para salvar a la humanidad? Lo primordial es, en primer lugar,eliminar el exceso de dióxido de carbono de la atmósfera, para acto seguido comenzar a generar energía a través de sistemas similares a los empleados por las plantas en sus fotosíntesis. “Es un proyecto de alto riesgo cuya meta definitiva es la creación de tres mil millones de árboles artificiales que funcionen a través de tres mil millones de sistemas de software vivientes que generen electricidad y potencialmente aíslen el carbón”, indicaba en una entrevista con The Times. También, revisar nuestras costumbres y pensar si realmente necesitamos consumir y comer tanto, ya que Emmott cree que comer por placer es una de las modas del mundo contemporáneo que no existían en el pasado. Una empresa que puede sonar a ciencia ficción, pero por la que podría pasar nuestro futuro.

Psicologia integral Ken Wilber

http://es.scribd.com/doc/23387036/Ken-Wilber-Psicologia-Integral

ENTREVISTA A RAQUEL TORRENT, LA " KEN WILBER ESPAÑOLA"

Salida del prolífico e interesante blog de Gunther Emde, llega esta estupenda entrevista, realizada a mi persona, porque, a veces, está bien, dejarse querer. Y sin duda, el que alguien decida realizar una entrevista con las opiniones propias en todo un acto de amor. Si las respuestas gustan o sirven para algo, no hay duda que el mérito no es tanto del que responde, como del que sabe preguntar.  Gunther es un excelente y creativo artista integral, que hace esculturas con y de la Naturaleza, involucrando elementos naturales para una contemplación meditativa, o para una meditación contemplativa. Os recomiendo entrar en su blog  para ver su arte y su dedicación a la Conciencia Integral.  Un verdadero amigo evolucionario, o como diría Paul Ray, un "creador de cultura" (culture creative).  Gracias por esta entrevista y por esos halagos de la entradilla.
 
 
                               Raquel Torrent es conocida como "la Ken Wilber española".
Su gran capacidad de comprensión de la Teoría Integral de Wilber
la ha convertido por méritos propios en la principal impulsora de
lo que se considera como el siguiente nivel de conciencia planetaria.


Gunther: Hola Raquel, ¡voy a comenzar esta entrevista comentando otra entrevista! Una revista sobre temas espirituales te entrevistó hace ya algunos años, y en ella dijiste que a los siete años habías tenido experiencias de viaje astral. Esto me parece interesante en varios aspectos. Un aspecto sería si se puede tener acceso a estados elevados desde cualquier edad, o dicho de otra forma, ¿es posible tener experiencias espirituales desde cualquier nivel de conciencia?

Raquel: Gracias Gunther por la pregunta, que me retrotrae a momentos tan especiales. Lo primero que deseo es agradecer que me hayas invitado a estar en tu espacio digital para seguir difundiendo la Conciencia Integral.

Respondiendo a tu primera pregunta, y recordando a Abraham Maslow, Stanislav Grof o al propio Ken Wilber, ni la edad, ni el nivel de conciencia que se tenga es un impedimento para tener una "experiencia cumbre", una "emergencia espiritual" o una "experiencia de Unidad", como llamarían respectivamente estos autores a estas experiencias espirituales por las que preguntas. Es por eso, que aunque yo contara tan sólo con 7 años de edad, tuve un acceso directo a ese mundo trascendente que me dejó una huella para toda mi vida. Lo interesante aquí es tener en cuenta lo que Wilber añade. Lo importante no es tener la experiencia o acceso a lo divino, sino mantenerlo y aplicarlo a la vida diaria. En otras palabras, hacerlo pasar de un "estado" a un "nivel" de conciencia, pues el primero es temporal y el segundo estable.

G: Otro aspecto sería si el hecho de que un niño puede tener ese tipo de experiencias, ¿eso no podría ser usado como "prueba" por los adeptos a la Nueva Era de que efectivamente lo espiritual reside precisamente en la pureza originaria, en lo meramente biológico?

R: Esa forma de pensar ha hecho mucho daño a la Espiritualidad Integral, es decir a la vivencia integral de lo sagrado en nuestras vidas. De nuevo citando a Wilber, la Nueva Era ha confundido por una parte lo transpersonal (yendo en una hipotética línea ascendente) y lo biológico (en la misma línea, ahora descendente) con lo espiritual, haciendo o bien una sublimación o bien una regresión a estados diferentes de conciencia. La realidad es integral y por lo tanto el Espíritu se encuentra en todos los niveles del espectro de la conciencia. De ahí que decir que el Espíritu es esto o aquello, solamente, es cometer un reduccionismo que nos lleva a meter en un nicho determinado lo que es inabarcable y que se encuentra imbricado en cada respiración y en cada átomo de la existencia toda, material e inmaterial.

G: No siempre es fácil saber dónde se encuentra uno en el presente, es más fácil mirar atrás y descubrir las características de los estadios anteriores. Si miro retrospectivamente mi propia vida me doy cuenta de que he ido transitando por unas etapas bastante definidas. ¿Crees que todas las personas que alcanzan cotas de comprensión elevadas transitan los diversos estadios de la misma manera? 

R: Cada uno de nosotros vive en el hoy en base a lo que construyó ayer. Somos la suma de nuestras propias creaciones biográficas. El vivir el presente tiene que ver con la aceptación y responsabilidad de lo hecho previamente y con la apertura fluida hacia la experiencia vital del momento. No cabe duda que tanto biológica como cognitivamente, el tránsito por las diversas etapas de la vida -desde la infancia a la madurez- es igual para todos aquellos que alcanzan niveles superiores de conciencia pues, como diría Gebser, habrán pasado desde el nivel egocéntrico al mundicentrismo, e incluso al kosmocentrismo, pasando por el etnocentrismo. Fisiológicamente sabemos que esto se correlaciona con estructuras cerebrales más y más complejas que, además, y según nos enseña la reciente Epigenética, se encuentra también en relación con el medio en el que se desarrollan. De ahí, que sea este impacto del medio en el organismo y del organismo en el medio el que conforme la diferenciación de los modos y formas en que estos estadios superiores son transitados. Lo que no cambia es la estructura básica que los contiene. Si hablásemos de un río, la naturaleza acuosa del agua y su composición sería la misma. La forma de fluir y el caudal sería diferente.

G: ¿Cómo se ha dado esa maduración en tu propia vida? Yo recuerdo mi etapa existencialista -el paso previo a la conciencia de segundo grado- como extremadamente intensa y dura. ¡Y mientras transitaba por ella no la llamaba existencialismo, sino que creía que estaba en el cénit de mi maduración! (algo típico de los estadios de primer grado, en los que no puedes creer que otros lugares sean más abarcadores).

R: De la misma forma que tú Gunther. No ha sido un camino fácil ese paso a la conciencia de segundo grado. Y eso es debido a las naturales resistencias presentes en cada uno de los niveles. Es como si hubiese un mecanismo de autoexamen en el que cuando hemos concluido el aprendizaje un nivel, antes de pasar al siguiente, hay algo así como un examen que nos pone a prueba para ver si de verdad estamos preparados para dar el salto al siguiente nivel. Según Wilber, estas resistencias forman parte de la evolución misma. Una vez que maduramos, abarcando efectivamente mayor cantidad de puntos de vista. A medida que vamos intuyendo este truco evolutivo, vamos aprendiendo también que resistencia y sufrimiento no estén alineados, pudiendo así entrar en dolor, sí, duelo sí, y en cambio sufrimiento, no.


Raquel Torrent con Ken Wilber

G: A pesar de que uno puede tener experiencias espirituales en cualquier etapa, seguramente es a partir del segundo grado cuando comienzan a ser más potentes o por lo menos uno las interpreta de una forma más realista. ¿Te ha ocurrido así a ti, Raquel? ¿Nos puedes explicar alguna experiencia de tipo sutil o causal que te haya impactado o que te haya hecho cambiar de perspectiva o de rumbo en la vida?

R: La experiencia más clara, vital y trascendente que me viene ahora es contaros algo que ayudará a muchos en estos tiempos económicos tan difíciles, y tiene que ver con la CONFIANZA en la magia de la vida. Y por magia podemos entender trascendencia, contacto divino, relación superior con el Universo, o como lo quieras describir. Desde hace muchos años, el tipo de trabajo que desarrollo no tiene una claridad programada en cuanto a la cantidad de ingresos que voy a recibir cada mes. Esto hace que nunca sepa si voy a poder cubrir gastos el mes siguiente. De ahí que viva en un permanente estado de confianza de que hay algo más grande que yo que me sostiene. Nunca me ha faltado de nada y aunque parezca que... este mes no... siempre quedo salvada por la campana, y ocurre que ese dinero que necesitaba para cubrir tal o cual gasto llega en el último momento porque alguien (que por supuesto no sabe lo que está representando en ese momento) llama para apuntarse a un curso o para pedir una terapia. ¡Es magnífico! Para mí es realista, puesto que en estos 22 años yo hago mi parte, y dejo a esa parte sutil -mía y del universo- que haga la suya. Obviamente que esto cambia la vida a cualquiera porque de preocuparme por el mañana pasé a confiar y mirar hacia adelante a todo lo que tengo por hacer, en vez de a todo lo que me falta.

G:  Cualquier experiencia importante primero te atrapa y te identificas de tal forma que crees que eres sólo eso. ¿Crees que algunas personas pueden quedar ancladas muchos años en esa identificación y a partir de ahí generan sistemas filosóficos y enseñanzas sólo desde ese lugar? ¿No serán esas enseñanzas a la fuerza parciales, pese a que procedan de genuinas experiencias espirituales? Darse cuenta de eso, ¿no es un acicate para ser muy cauto con ciertos gurús, y también para fomentar un desarrollo integral de la persona?

R: Sin duda. Es importantísimo estar muy atento pues la oferta, y máxime en estos tiempos, es mucha y variada. Hay para todos los gustos. El mercado pseudoespiritual está plagado de luces y estímulos atrayentes para los "buscadores". Recordar que el mejor gurú es uno mismo es importante y, como quien hace un alto en el camino para refrescarse, descansar y relacionarse con los lugareños, tomar un guía durante un tiempo es una recomendación excelente. Eso sí, recordando tan sólo que, efectivamente, nadie tiene todas las respuestas. Lo importante es saber hacernos las preguntas, porque estas nos llevarán a encontrar estos faros, allá donde se encuentren, y ellos nos darán el código luminoso que necesitemos en ese momento. Luego la travesía continúa.

El gurú, guía, maestro o maestra que se cree que su método es el mejor, se encuentra aún en el primer grado de conciencia, y por lo tanto es necesario para las personas de niveles inferiores dentro de ese grado, y en cambio no es suficiente para las personas que quieren ir más allá de él/ella mismo/a. Yo he elegido la Teoría Integral porque desde ella puedo ver todas las demás teorías, formas y aspectos de la realidad, como un gran mapa que me permite ver en dónde estoy/estamos y dónde quiero ir.

G: Ya que estamos hablando de experiencias importantes que afectan profundamente y de tal forma que las personas que pasan por ellas se identifican con ellas, ¿crees que la llamada iluminación clásica o nirvana se trata de eso precisamente? ¿Existen personas que han llegado más allá del nirvana? Y si esto es así, ¿permanecen en ese estado 24 horas al día 7 días a la semana?

R: La iluminación clásica tendría que ver, efectivamente, con la "llegada" a un "estado" muy superior (causal) en el que la persona se queda o se quiere quedar enganchada, como si ya no hubiera nada más. A muchos de nosotros nos gustaría vivir en una playa idílica (véase Hawai, Tahítí) con un pareo y una cabañita, con un amor al lado y surfeando todo el día, con maravillosas hogueras, música y cantos por las noches. El caso es que esto es irreal, porque está la vida del día a día, los hijos, las escuelas, el pago del coche, el pago a la Seguridad Social para recibir asistencia médica, en fin, tantas y tantas otras cosas que conforman nuestra vida occidental y que tampoco vamos a tirar por la borda, después de la cantidad de sangre que ha costado llegar al voto político y al de la mujer, por ejemplo.

Si pretendemos vivir en la irrealidad, en algún punto nos vamos a dar de bruces con las tres dimensiones. De ahí que una vez más nos encontramos con la confusión entre "estado" y "nivel". Una persona puede alcanzar un estado muy elevado de conciencia, y en cambio no mantenerlo, por lo que su nivel quizás esté mucho más bajo. Entonces no podríamos decir que esta persona está iluminada. Ahora bien, ni siquiera el iluminado, es decir aquél o aquella que ya está en un nivel superior, mantendrá ese estado las 24 horas al día los 7 días de la semana, pues otra vez estaríamos confundiendo estado con nivel. Esa persona accedería a ese "estado" de manera inmediata y cuando lo desease con sólo cerrar los ojos, por ejemplo. Eso sí. Mientras, las cosas de la vida siguen estando ahí, un sobresalto por el claxon de un coche, la señora que nos pisa en el autobús y duele, la incomodidad en el tren después de dos horas de escuchar a un niño llorar sin parar. La interpretación que hacemos de eso es lo que importa. La experiencia de lo humano sigue estando ahí.

G: ¿Son equivalentes los conceptos iluminación y conciencia de tercer grado? ¿Hay "grados" de iluminación? Ken Wilber consideraba que Adi Da había alcanzado el mayor grado de iluminación. Dado que este maestro murió en 2008, ¿sabes de alguien que se encuentre en la actualidad en un estado similar?

R: No sabría responder a esta pregunta, ciertamente que no tengo muy estudiado el tercer grado de conciencia, ¡posiblemente porque no haya llegado ahí aún, ja, ja, ja! Por eso no puedo hablar de ello. Y desde luego no conozco a nadie allí.

G: Tenemos los casos de UG Krishnamurti, quien insultaba a sus seguidores, o el padre Pío y sus descomunales enfados, al propio Adi Da y las acusaciones de abuso que pesaron sobre él, a Osho y su adicción a un par de drogas, o sin ir más lejos a Jesús volcando las mesas del Templo. Luego está Eckhart Tolle y su bondad constante. Sin embargo, el propio Tolle afirma que siempre, desde niño, fue una persona dócil y amable. Pareciera que la iluminación no modifica (por lo menos según la idea que tenemos de lo que es la iluminación) los rasgos fundamentales del carácter. ¿Crees que esto es así, o por el contrario la iluminación "verdadera" borra tu pasado, y por tanto los maestros que he mencionado no estaban "iluminados de verdad"?

R: Por lo dicho anteriormente, Gunther, la iluminación es un nivel superior de conciencia que accede al estado superior no-dual de manera asidua y a voluntad. Unido a esto, el trabajo con la sombra es vital y es posible que el Ser esté iluminado y la Sombra aún no se haya integrado, por lo que la experiencia de iluminación total sería cuando los aspectos internos y externos están alineados. Es decir, si estoy en paz no voy a pegarte un grito. Por otra parte no podemos dejar de reconocer que todo lo que expresas está basado en los juicios que nosotros desde nuestra atalaya de moralidad juzgamos como negativo, inaceptable o enjuiciable. En los estados elevados de conciencia hay más atención sobre la autenticidad y el flujo natural de lo emergente que sobre lo que los otros están esperando que haga, diga, sienta. Así en el batiburrillo de maestros que has nombrado cada uno estaba donde estaba y te aseguro que no estaban todos en el mismo nivel.

G: Algunos gurús, sobre todo gurús advaita, enfatizan el hecho de que lo que llamamos iluminación no es algo alcanzable, sino que se trata de nuestra verdadera naturaleza. Y que no se puede llegar a ser algo que ya eres mediante un sistema de meditación, mediante una técnica o forma de vida. Yo creo que estos gurús, como también algunos maestros zen, sólo pueden servir de ayuda a las personas que de alguna manera se encuentran "a punto de dar el salto". Es como si cada enseñanza o cada tipo de maestro espiritual sirviera sólo para aquellos que se encuentran cerca de eso que predican, de la misma forma que un físico teórico sólo sirve para estudiantes avanzados de física, pero no para niños de primaria. Me gustaría saber tu opinión sobre esto. A veces hay confusión sobre qué enseñanza seguir.

R: Considero Gunther que es justo este tema del que he hablado en la sexta pregunta. Einstein decía que no se puede integrar una realidad más que saliéndose de ella y mirándola objetivamente. Por eso para reconocer la LUZ que somos, necesitamos salirnos de ella para poderla ver. Por eso meditamos no PARA iluminarnos, sino PORQUE estamos iluminados. El problema con el Zen o el Advaita es que se creen que esa es la única vía y ahí es cuando se absolutizan.